Y éste amor que estreno cada día
que siento nuevo...demandante...pasional.
Este amor que sacude mi alma
que convulsiona los sentidos
pétalos de rosa e impiadosas espinas.
Este amor que has sembrado en mi
inconscientemente...casi sin querer
que cunde cual mala hierba
que ya no me abandona.
Este amor que me aprisiona
en su cárcel dorada
a tu merced..en tus manos
cautiva en cada latido
que da tu amado corazón.
Este amor sin poses...ni obligaciones
ausente de certezas...
que se nutre de incertidumbres.
Este amor adictivo e infiel
extraño y peligroso amor
que nos condena y nos absuelve
que nos une y nos crucifica."
Como quisiera creer en todas aquellas palabras que me hacen soñar y llevarme al infinito, para luego dejarme caer en el adiós, en la obscuridad absoluta de mi corazón destrozado por tu partida. Si tan solo recordaras, si tan solo me amaras...todo sería distinto. Mis ojos cansados de llorar, ya no desean ver el color del mundo, no quieren esperanzas que luego serán robadas por un ente ficticio creado por mi devastada imaginación. Desde tu partida nadie ha podido ocupar tu lugar y ahora, regresas para confundirme y mostrarme el paraíso, pero tengo miedo de que seas una ilusión dentro de mi locura inconsiente. A pesar de todo sé que nuevamente estaré a tu lado, aunque no tenga nada para darte, porque mi corazón está herido...y el culpable de aquello, es la misma persona a la cual ahora profeso mi amor. Me rindo...ya no tengo la fuerza necesaria para alejarme de ti, porque sin ti no vivo, sin ti no soy feliz...y contigo no sé que me espera el mañana, pero por lo menos la espranza me despierta para mostrarme un nuevo amanecer que intentará borrar el pasado para guardarlo en ningún lado y ayudarme a escribir mi futuro a tu lado.
Constanza Venegas Velásquez